FEMINISMO | ¡Buzón Violeta nº5, ESPECIAL 8M!

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| EDITORIAL |  El feminismo frente al neo-fascismo: nuestras luchas de la Huelga feminista a la resistencia de las milicianas kurdas.

 

Desde la segunda convocatoria de Huelga Feminista en el estado español, que el año pasado nos llenó de energía y entusiasmo, este 2019 encaramos el 8 de Marzo con la apremiante necesidad, como feministas libertarias, de reivindicar que el 8 de marzo es nuestra simbólica jornada de lucha como mujeres y por lo tanto enemigas de la estructura patriarcal y como miembras de la clase trabajadora y el nuevo precariado, contrarias a las opresiones del capitalismo global, colonial y despiadado que nos rodea.

Debemos recordar que el 8 de marzo hacemos un esfuerzo para visibilizar nuestras resistencias cotidianas, reclamar la justicia y la equidad que merecemos, denunciar y encarar las violencias insertas en nuestras corporalidades. En definitiva unir nuestras voces a las de otrxs compañerxs para enfrentar la amenaza del neofascismo desde nuestras luchas feministas.

Es este un momento histórico también para demostrar nuestras acciones de apoyo mutuo y nuestro pensar y sentir internacionalista. No debemos dejar solas a lxs compañerxs que en otros territorios plantan cara y dan sus vidas por frenar el avance del capitalismo más feroz y de las fuerzas de regímenes dictatoriales, opresivos y fascistizantes. Las feministas brasileñas, las defensoras de los pueblos indígenas en Abya Yala, las zapatistas y junto a ellas, la vanguardia revolucionaria actual encabezada por las mujeres del Kurdistán.

Desde 2011 las kurdas unieron a la revolución desu pueblo nuevos planteamiwentos para afrontar las históricas traiciones de género comprendiendo que no puede haber triunfo revolucionario posible sin centrar en el centro de todas las luchas el mantenimiento de la vida de toda la comunidad y la defensa del medio ambiente. Las compañeras kurdas nos enseñan y recuerdan que no triunfan aquellas luchas que siembran muerte en aras de acaparar el poder, que el mundo nuevo que deseamos construir no puede albergarse en el juego de los estados naciones ya agotado y caduco. Su proyecto revolucionario se basa en configurar una sociedad realmente justa y libre, comprendiendo la fuerza y la relevancia de la vida humana y de la Naturaleza que la sostiene y rodea.

La revolución kurda reconoce el protagonismo histórico real de las mujeres y ha permitido su inclusión en todos los ámbitos de lucha, tanto en lo político, lo social como en lo militar, en condiciones equitativas con los hombres. Su programa de autoemancipación femenina es tan radical y profundo, que van más allá de lo que soñaron las Mujeres Libres de la España del 36, y han desarrollado una ciencia propia para el conocimiento de las mujeres, de sus aportaciones a la revolución y al conjunto de la humanidad, la denominan: Jinelojî.

Son las revolucionarias kurdas las que nos muestran que su concepto de “confederalismo democrático” y de “revolución de las mujeres” se oponen a las raíces del capitalismo global y del patriarcado que lo refuerza y sustenta, puesto que se enfrentan a las bases de todo sistema que reproduzca y genere opresión. Aprovechando los conocimientos ancestrales que han pervivido como legado de las antepasadas y valiéndose de algunos de los roles que las sociedades patriarcales han reservado para las mujeres como el de los cuidados a las personas dependientes, las compañeras de Kurdistán nos enseñan la relevancia de reapropiarse de las experiencias propias de las mujeres para conformar un modelo democrático de civilización que permita y proteja la vida.

Hacia ellas debemos volver nuestros ojos para llenar las miradas de esperanza y ante sus sufrimientos, debemos desde los territorios distantes, reaccionar con nuestra solidaridad y nuestro apoyo mutuo demostrándoles a las compañeras que ante la barbarie imperialista del capital y del patriarcado no están, ni estarán solas. Ellas son las que están dando su vida por cambiar la sociedad y crear un nuevo mundo. No podemos ignorar su lucha y estamos obligadxs a demostrar con hechos contundentes nuestro apoyo mutuo y nuestra solidaridad. Uno una vez más mi voz a sus gritos para reivindicar: “Jin, Jiyan, Azadi” (Mujeres. Vida. Libertad)

 

Yanira Hermida Martín